Lesson 6 - Jesus el rey resucitado

Ver/Abrir Documento (PDF)

Jesus es Sepultado

Nicodemo y José de Arimatea, dirigentes religiosos que creían en Jesús, obtuvieron permiso de Pilato para sepultarlo. Sabían que Jesús estaba muerto porque, precisamente para asegurarse de ello, uno de los soldados le había dado un lanzazo en el costado. Envolvieron en lienzos el cuerpo del Señor, lo pusieron en un sepulcro nuevo abierto en una peña, e hicieron rodar una gran piedra a la entrada del sepulcro. Nicodemo recordaba las palabras de Jesús, que El tenía que ser “levantado”, o sea, crucificado.

“Y como Moisés levantó la serpiente en el desierto, así es necesario que el Hijo del Hombre sea levantado, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna. Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna.” (Juan 3:14-16)

Los enemigos de Jesús recordaban que El había dicho: “Después de tres días resucitaré”. Consiguieron que Pilato enviase algunos soldados para que guardaran el sepulcro, de modo que fuese imposible que alguien pudiera robar el cuerpo y decir que Jesús había resucitado.

Jesus Resucita

Muy temprano en la mañana del domingo, el tercer día después de la crucifixión, Jesús resucitó.

“Pasado el día de reposo, al amanecer del primer día de la semana, vinieron María Magdalena y la otra María, a ver el sepulcro. Y hubo un gran terremoto; porque un ángel del Señor, descendiendo del cielo y llegando, removió la piedra, y se sentó sobre ella. Su aspecto era como un relámpago, y su vestido blanco como la nieve. Y de miedo de él los guardias temblaron y se quedaron como muertos. (Mateo 28:1-9)

Mas el ángel, respondiendo, dijo a las mujeres: No temáis vosotras; porque yo sé que buscáis a Jesús, el que fue crucificado. No está aquí, pues ha resucitado, como dijo. Venid, ved el lugar donde fue puesto el Señor. E id pronto y decid a sus discípulos que ha resucitado de los muertos, y he aquí va delante de vosotros a Galilea; allí le veréis. He aquí, os lo he dicho. Entonces ellas, saliendo del sepulcro con temor y gran gozo, fueron corriendo a dar las nuevas a sus discípulos. Y mientras iban a dar las nuevas a los discípulos, he aquí Jesús les salió al encuentro, diciendo: ¡Salve! Y ellas acercándose, abrazaron sus pies, y le adoraron.”

Jesús se apareció cinco veces a sus amigos aquel día. Podía pasar a través de puertas cerradas y aparecer y desaparecer cada vez que El quería, debido a que tenía un cuerpo transformado, glorificado.

“Cuando llegó la noche de aquel mismo día, el primero de la semana, (domingo) estando las puertas cerradas en el lugar donde los discípulos estaban reunidos por medio de los judíos, vino Jesús, y puesto en medio, les dijo: Paz a vosotros.” (Juan 20:19)

Al principio los discípulos pensaron que estaban viendo un espíritu. Pero después de tocar a Jesús y de que El comiera con ellos, comprendieron que había resucitado realmente. Uno de los discípulos, Tomás, no estuvo con ellos aquella vez, y no creía lo que le decían. Una semana después, cuando todos estaban reunidos, de repente Jesús se puso en medio de ellos otra vez.

“Luego dijo a Tomás: Pon aquí tu dedo, mira mis manos; y acerca tu mano, y métela en mi costado; y no seas incrédulo, sino creyente. Entonces Tomás respondió y le dijo: ¡Señor mío, y Dios mío! Jesús le dijo: Porque me has visto, Tomás, creíste; bienaventurados los que no vieron, y creyeron.” (Juan 20:27-29)

Estas palabras de Jesús son especialmente para nosotros. Nosotros no tenemos que verlo para creer que El realmente resucitó de los muertos. Durante cuarenta días estuvo de tiempo en tiempo apareciendo a sus discípulos, y les enseñaba. Ellos escribieron acerca de esto. Sus enemigos los azotaron y los encarcelaron por decir que Jesús había resucitado y estaba vivo. Pero ellos sabían que esa era la verdad. Se dejarían matar antes que decir que no era así. Eran testigos de la resurrección de Jesús.

Jesus Revela su Plan

El plan de Jesús era que todo creyente debía ser un testigo para hablar a otros acerca de El. El dijo:

“Toda potestad me es dada en el cielo y en la tierra. Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo; enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado; y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo.” (Mateo 28:18-20)

Jesús sabía que sus discípulos fallarían a menos que tuvieran el poder del Espíritu Santo para llevar a cabo su plan. Así que les dijo:

“Así está escrito, y así fue necesario que el Cristo padeciese, y resucitase de los muertos al tercer día; y que se predicase en su nombre el arrepentimiento y el perdón de pecados en todas las naciones, comenzando desde Jerusalén. Y vosotros sois testigos de estas cosas. He aquí, yo enviaré la promesa de mi Padre sobre vosotros; pero quedaos vosotros en la ciudad de Jerusalén, hasta que seáis investidos de poder desde lo alto.” (Lucas 24:46-49)

Jesus Sube al Cielo

Y les dijo: No os toca a vosotros saber los tiempos o las sazones, que el Padre puso en su sola potestad; pero recibiréis poder, cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo, y me serés testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria, y hasta lo último de la tierra. Y habiendo dicho estas cosas, viéndolo ellos, fue alzado, y le recibió una nube que le ocultó de sus ojos. Y estando ellos con los ojos puestos en el cielo, entre tanto que él se iba, he aquí se pusieron junto a ellos dos varones con vestiduras blancas, las cuales también les dijeron: Varones galileos, ¿por qué estáis mirando al cielo? Este mismo Jesús, que ha sido tomado de vosotros al cielo, así vendrá como le habéis visto ir al cielo.” (Hechos 1:7-11)

Al regresar los discípulos a Jerusalén para esperar la venida del Espíritu Santo, pensaban acerca de lo que Jesús les había dicho:

“En la casa de mi Padre muchas moradas hay; si así no fuera yo os lo hubiera dicho; voy, pues, a preparar lugar para vosotros. Y si me fuere y os preparare lugar, vendré otra vez, y os tomaré a mí mismo, para que donde yo estoy, vosotros también estéis.” (Juan 14:2-3)

Jesus Cumple sus Promesas

Diez días después de que Jesús subiera al cielo, el Espíritu Santo vino y llenó a los creyentes. Desde entonces tuvieron poder para hablar de Cristo a los demás. Fueron encarcelados y golpeados, pero continuaron dando testimonio. Huyeron de Jerusalén para salvar la vida, pero dondequiera que iban, hablaban de las buenas nuevas acerca del Salvador. Jesús había cumplido su promesa. Jesús todavía llena con el Espíritu Santo los creyentes y les otorga poder para que sean sus testigos. El también cumplirá su promesa de venir otra vez. Estamos esperando que venga muy pronto.

“Porque el Señor mismo con voz de mando, con voz de arcángel, y con trompeta de Dios, descenderá del cielo; y los muertos en Cristo resucitarán primero. Luego nosotros los que vivimos, los que hayamos quedado, seremos arrebatados juntamente con ellos en las nubes para recibir al Señor en el aire, y así estaremos siempre con el Señor. Por tanto, alentaos los unos a los otros con estas palabras.” (1 Tesalonicenses 4:16-17)

¿Está usted preparado por si Jesús viniese hoy mismo? Si quiere, puede hacer la siguiente oración:

Oración

Jesús, te acepto como Salvador y Señor de mi vida. Perdona todos mis pecados. Lléname de tu Espíritu Santo. Ayúdame a hablar a otros de ti. Y ya sea que yo haya muerto o esté vivo cuando tú vengas, llévame a vivir contigo para siempre en tu hogar en el cielo.

¡Felicidades!

Usted ha completado el curso “Sucesos Cumbres en la Vida de Cristo.” Ha sido un placer tenerlo como estudiante y esperamos que estudie otros muchos cursos del Centro de Evangelismo y Ministerios de la Iglesia, una división de Global University-ICI. Dios lo bendiga a medida que usted vaya poniendo en práctica lo que ha aprendido.

 

Ver/Abrir Documento (PDF)